Libertad
”La religión es la mayor rebelión del hombre que no quiere vivir como una bestia, que no se conforma —que no se aquieta— si no trata y conoce al Creador. (…) De otra parte, nadie puede violar la libertad de las conciencias: la enseñanza de la religión ha de ser libre, aunque el cristiano sabe que, si quiere ser coherente con su fe, tiene obligación grave de formarse bien en ese terreno, que ha de poseer —por tanto— una cultura religiosa: doctrina, para poder vivir de ella y para poder ser testimonio de Cristo con el ejemplo y con la palabra”.
”La religión es la mayor rebelión del hombre que no quiere vivir como una bestia, que no se conforma —que no se aquieta— si no trata y conoce al Creador. (…) De otra parte, nadie puede violar la libertad de las conciencias: la enseñanza de la religión ha de ser libre, aunque el cristiano sabe que, si quiere ser coherente con su fe, tiene obligación grave de formarse bien en ese terreno, que ha de poseer —por tanto— una cultura religiosa: doctrina, para poder vivir de ella y para poder ser testimonio de Cristo con el ejemplo y con la palabra”.
¿Integrismo? El Opus Dei no está ni a la derecha ni a la izquierda, ni al centro. Yo, como sacerdote, procuro estar con Cristo, que sobre la Cruz abrió los dos brazos y no sólo uno de ellos: tomo con libertad, de cada grupo, aquello que me convence, y que me hace tener el corazón y los brazos acogedores, para toda la humanidad; y cada uno de los socios es libérrimo para escoger la opción que quiera, dentro de los términos de la fe cristiana.
En cuanto a la libertad religiosa, el Opus Dei, desde que se fundó, no ha hecho nunca discriminaciones: trabaja y convive con todos, porque ve en cada persona un alma a la que hay que respetar y amar. No son sólo palabras; nuestra Obra es la primera organización católica que, con la autorización de la Santa Sede, admite como Cooperadores a los no católicos, cristianos o no. He defendido siempre la libertad de las conciencias.
No comprendo la violencia: no me parece apta ni para convencer ni para vencer; el error se supera con la oración, con la gracia de Dios, con el estudio; nunca con la fuerza, siempre con la caridad. (+ leer entero)
En cuanto a la libertad religiosa, el Opus Dei, desde que se fundó, no ha hecho nunca discriminaciones: trabaja y convive con todos, porque ve en cada persona un alma a la que hay que respetar y amar. No son sólo palabras; nuestra Obra es la primera organización católica que, con la autorización de la Santa Sede, admite como Cooperadores a los no católicos, cristianos o no. He defendido siempre la libertad de las conciencias.
No comprendo la violencia: no me parece apta ni para convencer ni para vencer; el error se supera con la oración, con la gracia de Dios, con el estudio; nunca con la fuerza, siempre con la caridad. (+ leer entero)
En el Opus Dei, procuramos siempre y en todas las cosas sentir con la Iglesia de Cristo: no tenemos otra doctrina que la que enseña la Iglesia para todos los fieles. Lo único peculiar que tenemos es un espíritu propio, característico del Opus Dei, es decir, un modo concreto de vivir el Evangelio, santificándonos en el mundo y haciendo apostolado con la profesión.
De ahí se sigue inmediatamente que todos los miembros del Opus Dei tienen la misma libertad que los demás católicos para formar libremente sus opiniones, y para actuar en consecuencia. Por eso el Opus Dei como tal ni debe ni puede expresar una opinión propia, ni la puede tener. Si se trata de una cuestión sobre la que hay una doctrina definida por la Iglesia, la opinión de cada uno de los socios de la Obra será esa. Si en cambio se trata de una cuestión sobre la que el Magisterio —el Papa y los obispos— no se han pronunciado, cada uno de los socios del Opus Dei tendrá y defenderá libremente la opinión que le parezca mejor y actuará en consecuencia. (leer +)
De ahí se sigue inmediatamente que todos los miembros del Opus Dei tienen la misma libertad que los demás católicos para formar libremente sus opiniones, y para actuar en consecuencia. Por eso el Opus Dei como tal ni debe ni puede expresar una opinión propia, ni la puede tener. Si se trata de una cuestión sobre la que hay una doctrina definida por la Iglesia, la opinión de cada uno de los socios de la Obra será esa. Si en cambio se trata de una cuestión sobre la que el Magisterio —el Papa y los obispos— no se han pronunciado, cada uno de los socios del Opus Dei tendrá y defenderá libremente la opinión que le parezca mejor y actuará en consecuencia. (leer +)